Cómo evitar, o deshacerse, de una deuda médica
Lori Mangum tenía 32 años cuando aparecieron tumores del tamaño de manzanas en su cabeza. Ahora, seis años y 10 cirugías después, el cáncer de piel desapareció. Pero su dolor sigue vivo, en la forma de una deuda médica.
Incluso con seguro, Mangum pagó $36,000 de su bolsillo, cargos que surgieron del hospital, el cirujano, el anestesiólogo, la farmacia y la atención de seguimiento. Y todavía tiene que pagar alrededor de $7,000 más.
Mientras intentaba manejar su tratamiento y los costos médicos, Mangum recuerda haber pensado: “Debería poder resolver esto. Debería ser capaz de hacer esto por mí mismo”.
Pero los sistemas de facturación médica y seguro de salud en del país son complejos y muchos pacientes tienen dificultades para lidiar con ellos.
“Es increíblemente humillante, sentir que no tienes idea de qué hacer”, dijo Mangum.
Si te preocupa terminar endeudado durante una crisis de salud o tienes dificultades para hacer frente a las facturas que ya recibiste, no estás solo. Unas 100 millones de personas, incluido el 41 % de los adultos estadounidenses, tienen deudas de atención médica, según una encuesta reciente de KFF.
Pero puedes informarte y protegerte. KHN y NPR hablaron con pacientes, defensores de los consumidores e investigadores para saber cómo evitar o administrar las deudas médicas.
“No debería ser responsabilidad de los pacientes que están experimentando problemas médicos navegar por este complicado sistema”, dijo Nicolas Cordova, abogado de atención médica del New Mexico Center on Law and Poverty. Pero los consumidores que se informan tienen más posibilidades de evitar las trampas de la deuda.
Eso significa conocer en profundidad varias políticas, la cobertura de su seguro, el programa de asistencia financiera de un hospital o las leyes de protección al consumidor del estado. Haz muchas preguntas y persiste. “No aceptes un ‘no’ por respuesta”, dijo Cordova, “porque a veces puedes obtener un ‘sí’”.
Incluso las personas con seguro de salud pueden endeudarse; de hecho, uno de los mayores problemas, dijeron los defensores de los consumidores, es que muchas personas no tienen seguro suficiente, lo que significa que pueden verse afectados por enormes costos de desembolso por los coseguros y deducibles altos.
Aquí hay algunos consejos prácticos sobre cómo enfrentar la deuda médica, en cada etapa de la atención y después.
Antes de recibir atención
Familiarísate con la cobertura de tu seguro y los gastos de bolsillo. Obtén la mejor cobertura que puedas pagar, incluso si estás sano. Asegúrate de saber cuáles serán los copagos, coseguros y deducibles. No dudes en llamar a la aseguradora y pedirle a alguien que te guíe a través de todos los posibles gastos de bolsillo. Tén en cuenta que no puedes realizar cambios en tu póliza, salvo durante ciertos períodos, como la inscripción abierta (generalmente en el otoño o principios del invierno), o después si experimentas un cambio en tu vida.
Si calificas, inscríbete en un seguro público. Si no tienes seguro pero necesitas atención médica, puedes calificar para cobertura pública como Medicaid o Medicare. Pregúntale al proveedor o al hospital si pueden ayudarte a verificar tu elegibilidad antes de comprometerte con un plan de atención, y luego utiliza a los proveedores que participan en esos programas.
Comprueba los detalles específicos de la atención que necesitas están cubiertos. Verifica si todos los proveedores que necesitas ver están dentro de la red de tu plan, y si alguna parte del tratamiento necesita autorización previa. Haz muchas preguntas a tu aseguradora, consultorio médico u hospital, especialmente para procedimientos planificados, dijo Joy Dockter, abogada de Central California Legal Services, una firma de abogados de interés público. “¿Están mis autorizaciones vigentes? ¿Cuáles serán mis copagos? Averigua todo de antemano”, dijo.
Mark Rukavina, director de programas del grupo de defensa de equidad en salud Community Catalyst, dijo que si el medicamento que quieres no está cubierto por tu seguro, pregunta si el fabricante tiene un programa de asistencia al paciente; muchos tienen, aunque los requisitos de elegibilidad varían.
Obtén una estimación de costos. Si no tienes seguro, solicita una estimación de costos por adelantado. Rukavina señaló que el No Surprises Act, que entró en vigencia en enero, requiere que los proveedores proporcionen a los pacientes sin seguro estimaciones de “buena fe” de lo que costará la atención planificada.
Averigua si eres elegible para recibir asistencia financiera y prepárate para presentar tu caso. Casi todos los hospitales ofrecen algún tipo de asistencia financiera o “atención de caridad”. Cada hospital establece sus propios requisitos de elegibilidad pero, por lo general, eximirá o descontará las facturas de los pacientes que ganen menos de dos o tres veces el nivel federal de pobreza. (Tres veces el nivel federal de pobreza para un hogar de cuatro personas en 2022 sería $83,250).
Generalmente, las personas con trabajo aún califican para un descuento, si no para atención gratuita, dijo Jared Walker, fundador de Dollar For, un grupo sin fines de lucro que ayuda a los pacientes a obtener atención de caridad. Su grupo desarrolló una base de datos de políticas de atención caritativa de hospitales y tiene una herramienta en línea que permite a los pacientes verificar su elegibilidad.
Incluso si no estás seguro si calificas, vale la pena intentarlo. Reúne documentos como colillas de pago o declaraciones de impuestos. No esperes que este sea un proceso fácil. Por ejemplo, dijo Walker, los proveedores de atención médica a menudo requieren que se envíe la documentación por fax.
Si ya calificaste para beneficios del gobierno, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) eso puede simplificar la solicitud de ayuda financiera de un hospital.
Si no eres ciudadano estadounidense o residente legal, verifica si tu estado prohíbe que el hospital considere el estatus migratorio, como es el caso de Nuevo México y Maryland.
Consulta por otras formas de asistencia financiera. Los servicios de ambulancia, que pueden generar facturas elevadas, pueden ofrecer programas de atención de caridad, así que pregunta si calificas. También consulta con tus proveedores médicos si saben de otros programas caritativos que cubrirían los costos de cosas como transporte a citas médicas.
Durante el tratamiento o poco después
Pide el detalle de los costos de cada servicio, receta o tratamiento que recibas. Presta atención a los costos a medida que aumentan, dijo Lori Mangum, paciente de cáncer de Louisville, quien ahora es directora de operaciones de Gilda’s Club Kentuckiana, un grupo de apoyo que la ayudó a ella como paciente. Pídele a un familiar o a tu grupo que te ayude a llevar un registro, agregó. Y nunca asumas que solo porque el seguro cubre una parte de tu tratamiento, lo mismo aplica a todo lo demás.
Examinar todo con lupa puede ayudarte a evitar costos. Mangum dijo que se dio cuenta demasiado tarde de que podría haber tomado su propio Tylenol, en lugar de pagar sobreprecios “exorbitantes” por el mismo medicamento en el hospital. Dijo que la autodefensa comienza con presionar para obtener respuestas sobre cuánto costará cada servicio, tratamiento y medicamento. Y por adelantado, si es posible.
Verifica si todos los proveedores están dentro de la red. Las protecciones al consumidor en el No Surprise Act deberían ayudar a limitar los cargos fuera de la red. Esa ley prohíbe la facturación “sorpresa” para la mayoría de los cuidados de emergencia, así como para cierta atención de rutina con proveedores fuera de la red. También limita lo que los proveedores pueden facturar a los médicos fuera de la red, explicó Rukavina, y brinda a los pacientes una mayor capacidad para disputar los cargos.
Asegúrate de que todos tus proveedores, incluido un anestesiólogo, por ejemplo, estén dentro de la red de tu plan. Si no se te informó con anticipación, puede valer la pena apelar ese cargo.
Rukavina señaló que si no tienes seguro y solicitas un presupuesto por adelantado, puedes apelar las facturas que excedan los $400. Rukavina recomendó llamar a No Surprise Help Desk del gobierno al 1-800-985-3059. Para los pacientes con quejas, recomendó presentar una en línea ante la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.
Consulta por doble facturación. Revisa cada item en tu factura. Mangum dijo que “no es raro que algo se facture dos veces”. Incluso si ya has sido dado de alta y te atrasaste en los pagos, vale la pena verificar para asegurarte de que no te hayan cobrado de más.
Negocia directamente con el hospital. Defensores de los consumidores dijeron que la gente piensa erróneamente que los costos médicos son fijos y no negociables. Ese fue el caso de John DeAnda, quien se desmayó mientras trabajaba como limpiador en un hospital de Nuevo México. Los médicos no pudieron determinar qué le pasaba después de cuatro días de pruebas, pero el hospital le facturó $8,000, que todavía está tratando de pagar, con intereses, nueve años después.
“En realidad, no me di cuenta de que podía negociar”, dijo DeAnda. “Lo que hubiera hecho diferente es que primero hubiera hablado con el hospital, para ver si podían llegar a un acuerdo conmigo” antes de enviaran las facturas a agencias de cobros. Un proceso que es costoso para los hospitales y que quieren evitar, dijo Ge Bai, profesora de contabilidad y políticas de salud de la Universidad Johns Hopkins.
Pregunta una y otra vez sobre cualquier otra forma de asistencia financiera que el hospital pueda ofrecer. Negocia los términos de pago a un nivel mensual que sea asequible para tí.
Prioriza los alimentos y vivienda sobre las facturas médicas. Las instituciones financieras y los prestamistas tratan la deuda médica de manera diferente a las facturas de consumo impagas. Las personas optan por pedir un préstamo para comprar un auto; no eligen enfermarse o lesionarse. Entonces, el hecho de que las personas tengan deudas médicas no significa que no sean confiables o que tengan menos probabilidades de pagar sus facturas en general. Las tres principales agencias de calificación crediticia acordaron recientemente que las facturas médicas impagas no afectarán los puntajes de crédito de las personas durante un año. Una vez que se paga una factura, debe salir de su informe de crédito inmediatamente. A partir de 2023, las deudas médicas impagas de menos de $500 tampoco deberían aparecer en los informes.
Eso significa que debe concentrarse primero en pagar las necesidades de la vida: alquiler o hipoteca, gasolina para ir al trabajo y alimentos, dijo Marceline White, directora ejecutiva de la Coalición de Derechos del Consumidor de Maryland.
No aceptes tarjetas de crédito que ofrezcan pagar tus facturas médicas. Los expertos advierten contra el uso de tarjetas de crédito ofrecidas por dentistas, hospitales y consultorios médicos para pagar los gastos médicos. Una vez que tengas la tarjeta, la deuda se agrupará con cualquier otra forma de deuda de consumo, al igual que si gastaras de más en ropa o en un SUV de lujo. Esa es una de las razones por las que la deuda médica a menudo no se informa; gran parte se “camufla” como otras formas de deuda. Una vez que una factura médica entra en una tarjeta de crédito o un préstamo personal, es más probable que perjudique tu puntaje de crédito y, por lo tanto, tu capacidad para pedir préstamos en el futuro.
Si ya tiene deudas, y si están en agencias de cobro
Trata de calificar, incluso después del hecho, para atención de caridad. Los hospitales a veces pasan por alto o no evalúan a los pacientes elegibles para sus programas de asistencia financiera. Los hospitales sin fines de lucro están obligados por ley a ofrecer atención caritativa y otros beneficios comunitarios. Aquí es donde la autodefensa puede hacer la mayor diferencia. A veces, los hospitales califican retroactivamente a los pacientes y cancelan sus deudas. Los voluntarios de Dollar For ayudarán a los pacientes a lograrlo.
Disputa tu factura si es inexacta. Rukavina dijo que, según el Fair Debt Collection Practices Act, los cobradores de deudas deben proporcionar un aviso por escrito, dentro de los cinco días posteriores a contactar a un paciente, detallando el monto adeudado, el nombre del acreedor y cómo disputar la factura. Los pacientes pueden disputar facturas inexactas si responden dentro de los 30 días.
Contacta a servicios de asistencia jurídica gratuitos. Abogados de todo el país representarán a los consumidores de forma gratuita para resolver casos legales, incluidos los casos de deudas médicas. A menudo tienen experiencia en el trato con hospitales y empresas de cobro, y podrían defender tu caso en tu nombre, especialmente si uno o ambos han violado las leyes de protección al consumidor de tu estado.
No ignores el problema. El impulso es comprensible, pero no ayudará y probablemente hará que la deuda sea aún más complicada de abordar, dijo Rukavina. Por desalentador que pueda ser, trata de seguir abogando por tí y por tu familia, y busca ayuda.
ACERCA DE ESTE PROYECTO
“Diagnóstico: Deuda” (Diagnosis: Debt) es una colaboración periodística entre KHN y NPR que explora la magnitud, el impacto y las causas de la deuda médica en Estados Unidos.
La serie se basa en un sondeo nacional llevado a cabo por KFF para la investigación que encuestó a una muestra representativa de 2,375 adultos estadounidenses, entre los que se encontraban 1,674 con deudas actuales o pasadas por facturas médicas o dentales.
El Urban Institute hizo una investigación adicional, en la que se analizaron datos de la oficina de crédito y otros datos demográficos sobre la pobreza, la raza y el estado de salud para explorar dónde se concentra la deuda médica en Estados Unidos y qué factores se asocian con los altos niveles de deuda.
El Instituto JPMorgan Chase analizó los registros de una muestra de titulares de tarjetas de crédito de Chase para ver cómo los saldos de los clientes pueden verse afectados por gastos médicos importantes.
Los reporteros de KHN y NPR también realizaron cientos de entrevistas con pacientes de todo el país; hablaron con médicos, líderes de la industria de la salud, defensores del consumidor, abogados especializados en deudas e investigadores; y revisaron decenas de estudios y encuestas sobre la deuda médica.